
Rara vez "la pobre y breve infancia" se habrá plasmado en una imagen tan conmovedora como en cierta fotografía de Kafka niño. Procede de uno de esos estudios del siglo XIX que, con sus cortinajes y palmeras, sus tapices y caballetes, tenían algo de cámara de tortura y de salón del trono al mismo tiempo.
Con su ajustado y algo humillante traje infantil recargado de pasamanería, en ella se representa al niño de apenas seis años en medio de una especie de paisaje de invernadero. Abanicos de palmeras acechan al fondo. Y, cómo si valiera la pena hacer aún más pegajosos y opresivos estos tópicos acolchados, el modelo sostiene en la mano izquierda un sombrero desmesurado de ala ancha, como los de los españoles. Unos ojos inconmensurablemente tristes dominan el paisaje que les está destinado y en el que la concha de una gran oreja está a la escucha.
BENJAMIN, Walter, Sobre la fotografía, Pre-Textos, Valencia, 2007
Imagen: Retrato de Kafka niño, perteneciente a Benjamin, fotógrafo desconocido