Allí, en el
nido
Se escribe
el crujir de las cáscaras
Se asoman vidas
pequeñas
Llenas de
sangre caliente
Envueltas en
plumas impolutas
Negras como
una sombra
Allí, en el
nido
El calor se
afila en picos diminutos
Que se abren como
tijeras ansiosas
Que han
venido a gritar
A reclamar el
todo para sí,
Que recién
han roto,
Con un
chirrido rojo
Allí, en el
nido
Les he visto
romper las cáscaras de otros
Calmar la
sed con su clara
Y me he
quedado muda.
Estimada Celia, con gusto la invito a visitar mi blog, compartimos una misma pasión: Los Nidos, estas bellas y magistrales construcciones que por más que nos empeñemos nunca podremos construir.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el poema, es suyo?
un cordial saludo