sábado, 24 de marzo de 2012

Tigres con las uñas gastadas


Calan profundamente sus garras en la arena. Esto provoca una lenta y constante erosión. Las zarpas de estos fieros animales quedan entonces inútiles para la batalla, y lejos de desgarrar, se deslizan suavemente por el pelaje de sus congéneres en forma de una suave caricia.

Este tipo de pacto ritual, propio de este tipo de tigres, tiene lugar raramente y constituye un espectáculo digno de ver. Comienzan buscando el territorio conveniente; La manada recorre la costa durante horas hasta encontrar la playa adecuada para el rito: Ha de ser extensa, tranquila y de aguas plateadas. Sin embargo, lo primordial del territorio es la arena. Los sensibles hocicos de estos animales de gran cabeza escarban sin descanso buscando la arena propicia: ni demasiado gruesa ni muy fina, ni demasiado seca ni empapada, ni demasiado silícea ni excesivamente caliza.

Una vez que ha escogido el lugar, la manada se reúne y el rito comienza. Diríase que se trata de una especie de tregua. Los fieros animales se quedan indefensos con las uñas limadas. Pero si cabe lo más sobrecogedor es lo que sucede a continuación: Unos con otros frotan sus cabezas contra los lomos y los lomos contra las cabezas y por un instante parecen gatos gigantes y mimosos. Se lamen las pequeñas y pardas orejas e incluso se acarician torpemente con las pesadas zarpas.


Foto: Francisco Armada

(Fuente: http://www.panoramio.com/photo/22382610)

3 comentarios:

  1. Francisco Armada4 de abril de 2012, 4:55

    Estás usando una foto de mi autoría(http://www.panoramio.com/photo/22382610), y Panoramio tiene derechos de autor, por lo que si no haces referencia al mismo y a la fuente, te ruego que la retires. Gracias

    ResponderEliminar
  2. Me encanta este texto. Me recuerda el texto bíblico: 'El cordero pacerá junto al león...' La ilusión de la paz animal es la ilusión de la paz nuestra.

    ResponderEliminar